Hato Mayor,- Visitando casas en yipetas nuevas y vistiendo ropas como si acabaran de llegar del extranjero, desconocidos han implementado un nuevo estilo de timar a la gente en pueblos de la región Este, que consiste en simular a ayudar a las personas de mayor edad con RD500.00.Reportes de personas afectadas precisan que los individuos llegan a los hogares de sorpresa, cuando ven a un viejito delante de la vivienda, a quien ofertan regalarle 500 pesos, pero para hacerlo siempre andan con un billete de 2 mil pesos, que después que lo cambian y resultan ser falsos.Instalan una conversación con el dueño del hogar como si se conocieran de hace tiempo, con el propósito de engatusarlo y entrar en confianza, lo que permite al incauto caer en el “gancho”.
Los individuos alegan siempre que llegan de Puerto Rico o New York y con una cerveza en sus manos y bien vestidos, para aparentar que ciertamente vienen de los “países”.“Mi viejo cuanto tiempo que no lo veía, pasé por aquí a saludarlo y ver cómo está la familia.
Me gustaría regalarle 500 pesos, pero no tengo menudo, puede usted cambiar dos mil pesos, para que se quede con 500”, son de las expresiones que dicen los timadores, que recorren barrios y campos de los pueblos del Este.
Muchos viejos bajo la tentación de que le van a regalar 500 pesos, corren a los colmados a cambiar el dinero y devolverle RD$1,500.00 que le quedan a los “chicos malos”, que dejaron un billete de 2 mil pesos falso.Al señor Temporal Reyna, del sector de Gualey de Hato Mayor, le llegó la visita de los “extranjeros”, diciéndole que iban para el campo a comprar unas vacas y llevar un par de tenis que le trajo a unos primos, pero que le iban a regalarle 500 pesos para que jugara los números.
Temporal dijo que no tenía para devolver y entonces los tipos le dijeron solo devuelva mil y quédese con los otros mil, “que se ve que usted lo necesita”.
El viejo no entró en esa y los tipos se le oyó decir este viejo sabes más que nosotros, vámonos de aquí.Así van engañando a todo el mundo y la policía tiene ya conocimiento de lo que está ocurriendo, pero los residentes alegan que no hacen nada al respecto
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