República Dominicana le ganó a Brasil por 79-74 y le propinó la primera derrota del Torneo Preolímpico que se disputa en Mar del Plata.
Fue clave el rendimiento de un plantel que nunca se entregó, y que finalmente le pudo tomar la mano a la exigente defensa impuesta por Rubén Magnano.
Y es para resaltarlo, porque Brasil cambió su metodología desde la llegada del técnico argentino. Cubre espacios, presiona en el perímetro, ahoga al rival, lo complica, lo molesta, y lo exige al máximo, a que encuentre variantes para contrarrestarlo.
Por ello cobra enorme mérito este equipo que dirige John Calipari. A veces se pasa de revoluciones, porque lo lleva en la sangre, porque tiene una filosofía de años, pero ahora le agregó otras virtudes, tiene más órden y cuenta con un tridente fantástico.
El primer cuarto fue muy entretenido, y en cierta manera permitió vislumbrar como se desarrollaría el resto del juego. Brasil jugó al ritmo de Huertas con Splitter (6 puntos) como primera opción en ataque, y cuando no pudo llegar con claridad abajo, Marquinhos (2-3 triples) se encargó de lastimar desde el perímetro. A Dominicana le costó mucho encontrarle la vuelta a la defensa del rival, y solo dependió de los aciertos de Horford para quedar abajo por uno (18-17).
Con un doble de Martínez, los caribeños pasaron al frente en el segundo cuarto, y en dos minutos se adelantaron 24-18 con parcial de 10-0. Magnano visiblemente molesto solicitó un tiempo para ordenar a sus dirigidos. Tras la reanudación, fue Brasil el que jugó mejor, metió un parcial de 10-2 y volvió a comandar las acciones. Y allí estuvo lo destacado de Dominicana, porque no bajó los brazos a pesar de los errores, y aún con imperfecciones tuvo más efectividad en el cierre y se retiró al descanso largo ganando por cuatro (39-43) con cuatro puntos consecutivos de Horford, y un bloqueo espectacular sobre Splitter que enmudeció al estadio.
El segundo tiempo no varió en nada, al menos en los primeros diez minutos. Brasil continuó presionando al rival, y le ganó reiteradas veces las espaldas a la última línea defensiva con un brillante Marcelo Huertas (7-10 en dobles)que se metió todas las veces que intentó. Los de Calipari tuvieron la enorme virtud de no entregarse y por ello finalizaron arriba el parcial, con un triple de Villanueva en el cierre.
En los primeros siete minutos del cuarto final se mantuvo la paridad. Cuando Dominicana trabajó mejor las ofensivas, y Martínez anuló a Splitter adentro, a Brasil se le hizo cuesta arriba. Los caribeños llegaron al tramo final. Con el marcador 76-72, Splitter perdió un balón que Horford transformó en doble en el otro costado, quedaban 37 segundos y el partido se comenzaba a definir.
Un enorme mérito para esta República Dominicana, que hace un mes los mismos diarios caribeños sostenían que se trata del mejor equipo de todos los tiempos. Hoy lograron un gran triunfo, pero deberán sostener este nivel para hacer historia.
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